QUIENES SOMOS         

 

Memòria del Carrer (Memoria de la Calle) es un grupo constituido  por una serie de personas que desde hace algún tiempo nos hemos unido por el interés en el estudio, la investigación y el intercambio de información sobre los descendientes de los judíos conversos de Mallorca, los chuetas, y por extensión sobre todo lo relacionado con la presencia de los judíos en Mallorca.

 

Memòria del Carrer,  es un colectivo abierto,  con la vocación  de  trabajar por la recuperación y mantenimiento de fuentes documentales y fuentes orales de todo tipo, con la finalidad de que puedan estar a disposición de investigadores y personas interesadas. Los miembros de Memòria del Carrer,  sabemos que ahora se dan condiciones mejores que en el pasado para el estudio  y difusión de esta parte de nuestra historia, pero precisamente por esto somos conscientes que es necesario un esfuerzo para garantizar la objetividad y la calidad de los trabajos y  que compartir información y trabajar en equipo es una de las formas de conseguirlo.

 

 

Esta página Web pretende mantener el debate y la coordinación entre los miembros del grupo y ser a la vez un instrumento para compartir y divulgar todo lo referente al conocimiento sobre los chuetas y los judíos de Mallorca a todas las personas que quieran informarse por primera vez, o quieran profundizar en sus conocimientos.

 

La Calle

 

Los conversos, descendientes de los judíos,  han sido llamados, y ellos mismos se han identificado, como  personas de la calle. El término, que evita la palabra chueta considerada ofensiva, es una abreviación o una manera de eludir, la referencia a la Calle del Segell, la actual calle de Jaume II. La calle del Segell por su importancia daba nombre a todo el Barrio del Segell, que abrazaba el perímetro que va desde la calle de Sant Bartomeu, Monges, Borseria, Argenteria, Santa Eulàlia, Carrer dels Llums, Plaza de la Pescateria, Calle del Forn dels Paners y final de la calle Jaume II.

 

Parece ser que el Call Menor ya existía en la época musulmana con una sinagoga, después iglesia de Sant Bartomeu, en la calle de este nombre,  actual emplazamiento del Banco de España. Algunos datos apuntan a que un importante grupo de conversos de la última oleada, la de 1435, se habrían instalado en esta zona de Palma y por tanto fueron llamados gente de la calle

 

Lo cierto es que a lo largo de casi  500 años, desde el siglo XVI hasta mediados del sXX, esta parte de Palma, ha estado habitada de forma absolutamente mayoritaria por familias portadoras de apellidos considerados chuetas

 


 

 

 

Los Chuetas

 

Aunque la definición puede resultar controvertida, la forma más clara de identificar qué son los chuetas, es diciendo que son los mallorquines,  descendientes de los judaizantes procesados y condenados por la Inquisición a finales del siglo XVII, que llevan uno de los quince apellidos que se han considerado descendientes de judíos por parte del resto de la población de la isla y que inicialmente habitan casi exclusivamente en la zona descrita del call menor.

 

Es importante, por tanto,  no confundir la presencia de los judíos, que se remonta a  la época romana en Mallorca, con  la historia de los chuetas, subgrupo de los judíos conversos, que forman una comunidad católica.

 

Los quince apellidos son estrictamente los siguientes: Aguiló, Bonnín, Cortès, Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya, Pomar, Segura, Valls, Valentí, Valleriola i Tarongí. En algunas épocas ha habido otros apellidos que también se han considerado, como los Moyàs, algunos Suredas, los Galianas, algunos Serras o algunos Flores, no obstante esta  consideración no se ha mantenido. Cabe señalar que en  algunos casos, por ejemplo Fusters y Martins, hay  personas y familias que nunca han sido consideradas como chuetas, como tampoco lo son los portadores de alguno de estos apellidos provenientes de fuera de Mallorca como pasa con los Cortés, Segura o Fuster llegados de la península.

 

Los chuetas han conformado un grupo social que ha sufrido una particular forma de segregación y discriminación social, que desarrolló una alta identidad i cohesión de grupo, forzado a la endogamia y al ejercicio de las profesiones  en las que eran aceptados, también se estructuró internamente en grupos y categorías sociales. A pesar de su catolicismo, la propia Iglesia los discriminó hasta el siglo XX para ejercer cargos y para realizar estudios eclesiásticos.

 

El caso de los chuetas, que con el tiempo han formado un grupo genéticamente diferenciado,  es único en el mundo y tiene  poco que ver con la historia de los sefarditas. Cabe destacar que cuando los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de España, nadie tuvo que salir de Mallorca. Esta singularidad hace que se haya dado la paradoja de que en la Isla se haya demostrado la ascendencia judía e incluso el procesamiento por judaizantes, de un número altísimo de portadores de más de doscientos apellidos diferentes, pero que únicamente los portadores de los quince apellidos citados hayan sufrido la marginación social. 

 

 

 

Memòria del Carrer